“La dieta es el sedante más potente de la historia de las mujeres”
Naomi Wolf.
Esta frase se me quedó grabada cuando a principios de los noventa leí el libro (imprescindible) “El mito de la belleza“,
de Naomi Wolf. En el explica detalladamente como, por culpa de la
presión para estar más delgadas, una legión de mujeres brillantes en vez
de comerse el mundo y llegar donde les de la gana van a pasar casi toda
su existencia amargadas, peleando contra sus cuerpos, haciendo dietas,
operándose, sufriendo mucho o incluso muriendo demasiado pronto. Y sobre
todo, esa legión de mujeres (muchas de las cuales ni siquiera llegan a
estar enfermas desde el punto de vista médico) no van a tener fuerza,
energía, ni ganas de competir con sus rivales masculinos, no van a
alcanzar puestos de poder, ni van a poder rebelarse ante la tiranía de
la belleza. Van a vivir sumisas, anuladas, o domesticadas.
Más tarde me tocó tratar durante años a cientos de chicas jóvenes con
graves trastornos de la conducta alimentaria y comprobar hasta que
punto lo que describía Naomi Wolf es una realidad absoluta. Ante
imágenes como esta que muestra lo que significa ser una Barbie real es
obvio que el efecto de la presión por estar delgada es mucho mayor de lo
que se suele pensar.
Ahora, como madre de tres adolescentes sigo muy preocupada por como
combatir la infinita presión social en pro de la belleza artificial, la
delgadez y la sumisión a esa demoledora tiranía.
Me vienen a la cabeza cantidad de imágenes. Empezando por las
muñecas: la Betty spaguetti o las deseadas y terroríficas Monster High,
¿somos conscientes del modelo que estamos inculcando a l@s más pequeñ@s?
Algunas -poquísimas- empresas desde la publicidad han intentado
transmitir un mensaje diferente , algo más crítico y saludable. Me viene
el recuerdo de la antigua campaña de Body Shop a finales de los 90 con su simpática muñeca Ruby la antibarbie y aquel bonito eslogan: “en el mundo hay 3.000 millones de mujeres y sólo ocho son supermodelos“.
Y más recientemente las campañas de Dove por una belleza real o la
de Nike con su video “Suda el jamón” que os pego a continuación. De la
campaña de Dove me quedo con esta frase: “Habla con tu hija sobre la
belleza antes de que lo haga la industria”.
Añadir que creo que aunque esta presión afecta mucho más a las
mujeres que a los varones, cada vez son más los hombres también
obsesionados con alcanzar un cuerpo bastante irreal o los chicos que
desean tener una “tableta” abdominal como principal objetivo personal.
Muchos tomando incluso fármacos bastante peligrosos para lograrlo o
machacándose literalmente en los gimnasios.
¿Cómo se combate todo esto? Probablemente empezando por nosotras
mismas, revisando nuestros conceptos y comentarios sobre nuestro
aspecto, celebrando la belleza en diversidad de cuerpos, formas, tamaños
y edades. Protestando, denunciando, cuidando, hablando con nuestros
hijos y nuestras hijas. Comiendo juntas, apagando las televisiones,
mostrándonos tal y como somos.
Y vosotras y vosotros ¿que opináis?
Extraído: http://iboneolza.wordpress.com/2012/05/28/el-mito-de-la-belleza-y-la-domesticacion-de-las-ninas/
Que buen articulo. Llevo algunos días pensando en el tema de la estética, y como el cuerpo de la mujer es usado con fines comerciales.
ResponderEliminarSoy adolescente, y repudio ver mujeres semi-desnudas vendiendo algún producto, mientras, por otro lado, veo a los mismos consumistas repudiando la prostitución. En lo personal, creo que ambas funcionan bajo la misma lógica;el placer sexual.
Me gusta sentir que mi cuerpo es libre, que puedo mostrarlo porque me siento cómoda con él, porque la ropa es solo un adorno; pero jamás con la intención de sentirme más deseada.
Los cánones de belleza han sido variados durante la historia, creo haber visto en un reportaje, que cerca de los años 40' (puedo estar equivocada en la fecha) tener grandes glúteos, era mal visto en las mujeres, ya que demostraba un gran apetito sexual. Y así, diversos cambios.
Hoy veo por todas partes, la explotación de la imagen de la mujer, de un modo comercial. Y una confusión de la autoestima, con la auto-"superación" que implica, entrar a competir con la imagen estereotipada femenina ( e incluso masculina).
La obsesión de la estética y lo que es bello para los pocos que lo deciden ahora ha ido demasiado lejos. Las modelos de las grandes pasarelas son así de delgadas porque necesitan mostrar las prendas lo mejor posible; funcionan como "perchero". Por un lado están las modelos esqueléticas, y por otro las chicas voluptuosas, todas quieren ser alguna de ellas.
ResponderEliminarNo veo NADA de malo en que alguien quiera hacerse una transformación en su cuerpo porque desea cambiar cosas que no le gustan, o simplemente quiere verse un poco mejor. Pero el deseo de querer lucir mejor cada vez más se transforma de un retoque o simple capricho en una obsesión y una meta en la vida. Cuidarse estéticamente algo y ser feliz con eso no esta mal, pero que la misma felicidad dependa del aspecto y se sufra por ello, eso es lo que nos pasa ahora y es inaceptable.